La tenista tunecina Ons Jabeur reveló que atravesó un periodo de depresión provocado por la exigente agenda del circuito profesional y reconoció que todavía no tiene una fecha concreta para regresar a las canchas. La ex número dos del mundo, hoy ubicada en el puesto 78 del ranking, explicó que la presión del calendario le pasó factura tanto física como mentalmente.
“El calendario está matando a todos. Sufrí mucho, mentalmente más que físicamente, pero mi cuerpo pedía ayuda desde hace tiempo y no escuché”, declaró la jugadora de 31 años. “Creo que tuve depresión sin darme cuenta, porque el lugar donde solía encontrar felicidad se convirtió en tristeza”.
Una agenda imposible
Jabeur criticó la acumulación de torneos importantes como los WTA 1000 de Doha y Dubái, celebrados en semanas consecutivas. “Quiero competir allí, pero dos torneos de ese nivel seguidos es demasiado. No sé quién tomó esa decisión, pero a nadie le gusta”, comentó.
El reglamento de la WTA obliga a las principales figuras a disputar los cuatro Grand Slams, diez torneos WTA 1000 y seis WTA 500 por temporada, con la amenaza de perder puntos si no se presentan. Esta dinámica ha provocado que varias jugadoras, entre ellas Paula Badosa, Naomi Osaka o Elina Svitolina, reduzcan sus calendarios para cuidar su salud mental y física.
Una pausa necesaria
En julio pasado, Jabeur anunció una pausa indefinida para “priorizarse a sí misma” y reencontrar la alegría de jugar. “Llevo dos años luchando contra lesiones y desafíos. Amo el tenis, pero hace tiempo que no me siento feliz en la pista”, expresó entonces.
Durante este receso, la tunecina ha concentrado sus energías en su fundación y en la academia de tenis que inauguró en Dubái, donde trabaja en la formación de jóvenes promesas.
El testimonio de Ons Jabeur vuelve a poner en el centro del debate el impacto de la presión competitiva en la salud mental de los deportistas de élite y plantea la necesidad de revisar la estructura del circuito femenino para garantizar carreras más sostenibles.