En agosto de 1966, dos técnicos brasileños llamados Manoel Pereira da Cruz y Miguel José Viana fueron hallados muertos en una colina conocida como Morro do Vintém, en Río de Janeiro. Llevaban trajes formales, impermeables… y unas misteriosas máscaras de plomo que cubrían sus ojos. No había signos de violencia ni heridas. Cerca de sus …
El Caso de las Máscaras de Plomo: El enigma mortal del Morro do Vintém
En agosto de 1966, dos técnicos brasileños llamados Manoel Pereira da Cruz y Miguel José Viana fueron hallados muertos en una colina conocida como Morro do Vintém, en Río de Janeiro. Llevaban trajes formales, impermeables… y unas misteriosas máscaras de plomo que cubrían sus ojos.
No había signos de violencia ni heridas. Cerca de sus cuerpos, la policía encontró una nota críptica: “16:30 estar en el lugar acordado. 18:30 tragar cápsulas. Efecto, proteger metales, esperar señal.”
No había cápsulas, ni rastro de droga en sus organismos. Tenían una botella vacía de agua, toallas nuevas, y dinero suficiente para el viaje. El caso desconcertó a las autoridades. ¿Habían sido parte de un experimento espiritual? ¿Seguidores de una secta? ¿Víctimas de un engaño?
Ambos hombres eran conocidos por su fascinación con el espiritismo y teorías sobre la vida después de la muerte. Se decía que intentaban contactar inteligencias superiores mediante rituales eléctricos. Algunos creen que las máscaras eran para protegerse de una “energía luminosa” durante el contacto con seres de otra dimensión.
La prensa sensacionalizó el caso y atrajo teóricos de lo paranormal, ufólogos, y escritores de misterio. Pero nunca se resolvió. El informe oficial concluyó que la causa de muerte era “indeterminada”, y los cuerpos fueron enterrados sin autopsia completa. Hasta hoy, el Caso de las Máscaras de Plomo sigue siendo uno de los grandes enigmas sin explicación de América Latina.