Un hallazgo arqueológico sorprendió a trabajadores que ampliaban la red de gas natural en Lima: hasta cinco entierros de entre 800 y 2.000 años de antigüedad salieron a la luz a pocos centímetros de la superficie.
El descubrimiento ocurrió en el distrito de Santiago de Surco, en una zona cercana al campo de golf de Los Incas, donde los operarios de la empresa Cálidda encontraron restos humanos junto con piezas de cerámica y conchas marinas de origen ecuatoriano.
Según Jesús Bahamonde, director del Plan de Monitoreo Arqueológico de Cálidda, se trata de tumbas pertenecientes a las culturas Lima (100-650 d.C.) e Ychsma (1100-1469 d.C.), que habitaron el valle en el que hoy se asienta la capital peruana.
En uno de los entierros se identificó a un adulto y dos niños acompañados de ocho vasijas de cerámica. A pocos metros, otros dos adultos fueron hallados dentro de fardos funerarios, envueltos en telas y en posición fetal, junto a valvas de spondylus, conchas marinas traídas desde Ecuador que simbolizaban riqueza y poder espiritual.
El especialista explicó que estos objetos eran reservados para personas de alto rango y tenían un profundo valor ritual. Los restos ya fueron entregados al Ministerio de Cultura para su conservación y análisis en laboratorio.
Cálidda ha reportado más de 2.200 hallazgos arqueológicos en Lima durante los últimos años, algunos de hasta 3.000 años de antigüedad. “Estamos sobre una ciudad con más de 10.000 años de ocupación continua. Cada vez que abrimos una pista, es probable encontrar vestigios del pasado”, señaló Bahamonde.
Este hallazgo confirma que, bajo el asfalto de la capital peruana, aún permanecen ocultos testimonios de las civilizaciones que dieron origen a la historia del país.
