La catedral de San Patricio en Nueva York presentó este jueves un mural monumental de casi ocho metros de altura dedicado a los inmigrantes, un homenaje que llega en medio del intenso debate sobre la política migratoria en Estados Unidos.
Ubicado en la entrada de la iglesia sobre la Quinta Avenida, el mural retrata rostros de inmigrantes de distintas épocas, desde irlandeses del siglo XIX hasta familias actuales con mochilas y niños en brazos. “Los inmigrantes siempre han sido esenciales para la Iglesia, y también son hijos de Dios”, señaló el cardenal Timothy Dolan durante la presentación.
La obra, valorada en tres millones de dólares y financiada rápidamente con donaciones de fieles, fue pintada por Adam Cvijanovic durante dos años. Entre sus elementos más llamativos aparece un ángel negro con rastas, inspirado en un modelo de Harlem. Cvijanovic rechazó que su inclusión fuera parte de políticas de diversidad, afirmando que “simplemente lo sentí, era el ángel de Nueva York”.
El mural también incorpora símbolos religiosos como el Cordero de Dios, la Virgen de Knock y una figura de Kateri Tekakwitha, primera santa indígena norteamericana. Además, se representan policías y bomberos, junto con el rostro de la madre del cardenal Dolan.
El rector de la catedral, Enrique Salvo, remarcó que la obra “no es política”, incluso ante posibles críticas del presidente Donald Trump, cuya residencia está a pocos metros del templo. “Él mismo viene de una familia inmigrante”, recordó.
La inauguración oficial se celebrará el 21 de septiembre con una misa en la que participarán algunos de los modelos que posaron para la obra.