Una redada del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) realizada el martes en Manhattan desató una ola de críticas y protestas después de que se confirmara la detención errónea de cuatro ciudadanos estadounidenses, quienes pasaron la noche bajo custodia antes de ser liberados sin cargos.
El congresista Dan Goldman informó este miércoles que los cuatro detenidos fueron llevados al centro de detención de ICE ubicado en el edificio 26 Federal Plaza, en el bajo Manhattan, y calificó lo ocurrido como un “abuso de poder”.
“ICE no tiene permitido detener a ciudadanos estadounidenses, y el hecho de que hayan pasado la noche bajo custodia migratoria sin cargos es inaceptable”, declaró Goldman ante la prensa.
Redada en Canal Street
La operación, según medios locales como ABC7 y AmNY, tuvo lugar en la calle Canal, una zona conocida por la venta ambulante de productos falsificados cerca de Chinatown y el Soho. ICE reportó un total de nueve detenidos, la mayoría de origen africano, a quienes las autoridades describieron como personas con “historial criminal”.
Sin embargo, el canal Pix11, citando fuentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), indicó que los cuatro ciudadanos estadounidenses arrestados eran considerados “agitadores”, sin que se precisara su papel en el operativo.
El episodio ha provocado confusión sobre el alcance real de la redada y sobre si los cuatro estadounidenses están incluidos en la cifra oficial de nueve detenidos.
Reacción del estado y protestas
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, anunció la creación de un portal en línea para recopilar fotografías y videos que documenten las acciones del ICE en el estado, con el fin de investigar posibles violaciones de la ley.
“Nadie debe ser sometido a interrogatorios, detenciones ni intimidaciones ilegales”, advirtió James en un comunicado.
Este jueves, grupos proinmigrantes organizaron una protesta frente a Federal Plaza, donde funciona el centro de detención de ICE, y marcharon por las calles cercanas exigiendo transparencia y el fin de lo que consideran operativos discriminatorios contra comunidades inmigrantes.
Las manifestaciones se desarrollaron de forma pacífica, aunque los organizadores advirtieron que las redadas se han intensificado en Nueva York en las últimas semanas como parte de una política federal más agresiva en materia migratoria.