Los hermanos Menéndez, Erik y Lyle, condenados a cadena perpetua desde 1996 por el asesinato de sus padres, han recibido un nuevo golpe en sus intentos por obtener la libertad condicional. Un juez de Los Ángeles rechazó esta semana la petición de un nuevo juicio, presentada en 2023, que argumentaba la existencia de pruebas sobre presuntos abusos sexuales sufridos en su infancia.
La solicitud de habeas corpus fue negada por el magistrado William C. Ryan del Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles. El juez concluyó que las pruebas presentadas, entre ellas una carta de uno de los hermanos describiendo abusos y el testimonio de un antiguo trabajador de José Menéndez que afirmó haber sido víctima, “no habrían cambiado el resultado del juicio original”.
Una batalla legal de décadas
El rechazo se suma al dictamen del mes pasado, cuando se les negó una solicitud de libertad condicional. Ambos hermanos cumplen condena desde 1996 por planear y ejecutar el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, el 20 de agosto de 1986 en su residencia de Beverly Hills. Tras el crimen, los entonces jóvenes de 21 y 18 años intentaron encubrir los hechos afirmando haber encontrado los cuerpos al regresar a casa.
El caso conmocionó a la opinión pública, no solo por la brutalidad del asesinato, cometido con escopetas compradas días antes, sino también por el estilo de vida de lujo que adoptaron después con la fortuna heredada. Esa conducta despertó sospechas que finalmente llevaron a su condena.
El interés mediático
El caso Menéndez volvió a ganar notoriedad gracias a la serie de Netflix Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez (2024) y a un documental que exploró los abusos que los hermanos alegan haber sufrido. Sin embargo, el juez Ryan insistió en que esas pruebas no alteran el núcleo del caso por el cual fueron condenados.
A pesar de las renovadas campañas mediáticas y legales, los hermanos Menéndez continúan cumpliendo cadena perpetua sin posibilidad de libertad anticipada en el corto plazo, mientras sus intentos de revertir la sentencia parecen agotarse.
