Un grupo de congresistas demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes presentó una propuesta para extender por un año la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, conocida como Obamacare, con el objetivo de evitar un aumento significativo en las primas de seguros médicos y garantizar la continuidad del programa que cubre a más de 30 millones de personas en Estados Unidos.
La iniciativa es encabezada por el demócrata Josh Gottheimer, de Nueva Jersey, y la republicana Jen Kiggans, de Virginia, según reportó CNN. Ambos representan el sector centrista de sus partidos, y su alianza envía una señal poco común en el clima político actual: una intención real de avanzar en una reforma sanitaria que pueda superar los desacuerdos de los últimos años.
Un esfuerzo bipartidista para evitar un impacto inmediato en millones de familias
La propuesta será discutida este jueves en la Cámara Baja e incluye nuevas medidas enfocadas en reforzar los controles antifraude, un punto que los republicanos han señalado repetidamente como motivo para intentar desmantelar el Obamacare desde su creación en 2010, durante la presidencia de Barack Obama.
Aunque aún faltan detalles técnicos sobre cómo se implementaría la ampliación, el plan representa el mayor esfuerzo bipartidista hasta ahora para abordar la expiración de los subsidios que sostienen las primas asequibles para millones de beneficiarios.
Antecedentes de una disputa que paralizó al Gobierno
El debate sobre la permanencia del Obamacare provocó tensiones profundas entre ambos partidos y fue uno de los factores que llevaron al cierre de Gobierno más largo en la historia del país en octubre pasado. En aquel momento, demócratas y republicanos no lograron acuerdos sobre la renovación de la ley ni sobre los subsidios vinculados al mercado de seguros.
Con el vencimiento de las ayudas federales acercándose, legisladores moderados de ambos partidos consideran urgente una solución de corto plazo para evitar que las primas de seguro médico se disparen en 2026, lo que afectaría de forma directa a trabajadores, familias y pequeños negocios.
Por ahora, la atención está puesta en la votación de esta semana, que mostrará si el Congreso logra un consenso mínimo para preservar uno de los programas sanitarios más influyentes del país.











