Los abogados del exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, presentaron este lunes una moción para desestimar el caso penal en su contra, al considerarlo un proceso motivado por venganza personal del presidente Donald Trump.
La defensa del exfuncionario presentó el recurso ante un tribunal federal en Virginia, argumentando que las acusaciones por falso testimonio y obstrucción de procedimientos del Congreso carecen de base legal y responden a una persecución política impulsada desde la Casa Blanca.
Acusan irregularidades en la fiscalía
El documento judicial, citado por varios medios estadounidenses, también cuestiona la legitimidad de la fiscal interina Lindsey Halligan, quien encabeza la acusación. Halligan, exabogada de Trump, fue designada el 22 de septiembre tras la renuncia de su predecesor, Erik Siebert, quien se negó a presentar cargos contra Comey.
Los abogados alegan que el propio Trump ordenó al Departamento de Justicia procesar a Comey “por rencor personal” y por haberlo criticado públicamente durante su gestión.
Antecedentes de tensión
Comey dirigió el FBI entre 2013 y 2017, y durante las elecciones de 2016 supervisó la investigación sobre la posible injerencia de Rusia en la campaña de Trump, lo que tensó la relación entre ambos.
Desde su despido en 2017, el exdirector se ha mantenido como una de las voces más críticas del expresidente republicano, cuestionando abiertamente su conducta y su influencia sobre el sistema judicial estadounidense.
En las últimas semanas, la Administración Trump también ha emprendido procesos judiciales contra otros exfuncionarios y críticos, como el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton y la fiscal general de Nueva York Letitia James, lo que ha alimentado las acusaciones de uso político del poder judicial.
