Un hombre que estuvo detenido en la cárcel de Rikers Island, en Nueva York, presentó una demanda civil contra varios funcionarios penitenciarios por una presunta agresión sexual, uso excesivo de la fuerza y encubrimiento institucional ocurridos mientras se encontraba bajo custodia.
El demandante, Kyle Knight, de 29 años, acusa a funcionarios del Departamento de Corrección de la ciudad de Nueva York (DOC) de haberlo agredido durante un registro corporal el 19 de septiembre de 2024, dentro del complejo penitenciario.
Según la querella, los agentes Frantz Laurenceau y Ronnie Stafford habrían rociado a Knight con gas pimienta, lo golpearon en la cabeza y posteriormente le introdujeron un dedo en el recto durante el procedimiento, una acción que la demanda califica como agresión sexual.
Knight afirma que, tras el incidente, fue sacado desnudo de su celda, cubierto únicamente con una sábana, y exhibido ante otros reclusos, lo que le provocó una profunda humillación y un trauma psicológico duradero.
Falta de intervención y omisiones oficiales
De acuerdo con el relato del demandante, ningún miembro del personal penitenciario intervino para detener la agresión ni se activaron los protocolos correspondientes una vez ocurridos los hechos.
La demanda sostiene además que la noche anterior al ataque, otro funcionario sometió a Knight a un registro corporal degradante, durante el cual se burló de su cuerpo y realizó comentarios sexuales, mientras Laurenceau y Stafford observaban sin intervenir.
Tras la agresión, Knight asegura haber denunciado de inmediato lo sucedido a la línea directa del PREA, el sistema federal destinado a recibir denuncias de abuso sexual en centros de detención. Sin embargo, según la querella, la cárcel no inició ninguna investigación, no informó del incidente ni le proporcionó atención médica adecuada.
Denuncia de un patrón de abusos en Rikers Island
La demanda presentada por el bufete Emery Celli Brinckerhoff Abady Ward & Maazel LLP describe lo ocurrido como parte de un patrón sostenido y bien documentado de abusos, que incluye violencia sexual, uso excesivo de la fuerza e indiferencia institucional dentro de Rikers Island.
Organizaciones civiles y defensores de derechos humanos han denunciado durante años las condiciones de esta cárcel municipal, considerada una de las más problemáticas del país.
En lo que va de este año, catorce personas han muerto bajo custodia en Rikers Island, según datos de organizaciones como Legal Aid y Brooklyn Defenders. El caso más reciente es el de Aramis Furse, fallecido hace poco más de una semana mientras estaba bajo custodia del DOC.
Reclamo de responsabilidades
“El personal de Rikers debería protegernos, no herirnos ni humillarnos. No tenían derecho alguno a violarme”, expresó Knight en un comunicado difundido por sus abogados, en el que pidió que los responsables y el Departamento de Corrección rindan cuentas para evitar que hechos similares se repitan.
El Departamento de Corrección de Nueva York no ha emitido comentarios públicos sobre la demanda hasta el momento.










